Toda terapia basada en sonido se basa en el principio de la resonancia, por el cual una vibración más intensa y armónica contagia a otra más débil, disonante o no saludable.
La frecuencia tiene capacidad de modificar a otra frecuencia, además el sonido modifica nuestras ondas celébrales, ayudándonos a entrar en otros niveles de conciencia donde son posibles los estado de sanación, espontanea y estados místicos, haciéndonos más receptivos a la auto sanación.
Aparte de todo esto cada vez que se produce un sonido aparecen los armónicos. Estos armónicos tienen efectos altamente beneficiosos sobre nuestro cuerpo y sobre nuestro campo energético. No podemos escuchar estos tonos que están fuera de nuestro campo auditivo, sin embargo podemos resonar con ellas.
A veces durante la sesión con los cuencos añado la voz, nuestro instrumento más sanador. Canto diferentes vocales que corresponden con los chacras o algún mantra que está relacionado con la intención del trabajo en concreto. A veces se puede terminar el trabajo con un pequeño baño de gong el cual a través de sus miles de vibraciones potencia la energía sanadora más aun.